Por: Eduardo García.
Aprovechando que hoy presenciaremos un evento astronómico verdaderamente histórico, la conjunción de los dos planetas más grandes del sistema solar, Júpiter y Saturno, te contaremos una historia que involucra al dios de los dioses olímpicos, Zeus, y la hermosa Europa.
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Pero ¿Qué tiene que ver Zeus con Júpiter? La respuesta es bastante sencilla, "Zeus" es el nombre que se le da al dios supremo de la mitología griega y, su equivalente, en la mitología romana es "Júpiter", que es el mismo dios, solo que con distinto nombre, para los egipcios, era el dios Ra.
Así, los planetas del sistema solar deben sus nombres a los dioses olímpicos, en su versión romana, Júpiter se llama así en honor a Zeus, por ser el planeta más grande del sistema, este planeta es el que más lunas posee con, al menos, sesenta satélites, mismos que han sido nombrados como los amantes de Zeus en la mitología.
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Los más famosos son Europa, ío, Ganímedes, Calisto y Amaltea, en esta ocasión te contaremos como Zeus secuestró a la primera de estas, que le prestó su nombre además al continente europeo, Europa era una bella muchacha, cualquier hombre que la miraba, quedaba perdidamente enamorado de ella, y el dios no fue la excepción.
A la muchacha le gustaba pasearse por los jardines acompañada de otras, Zeus bajó del Olimpo y se transformó en un toro blanco de gran altura y corpulencia, de poco en poco, se le acercaba a Europa, para que esta lo notara y se le acercara, así terminó siendo, la joven se le acercó, pero, con cautela, pensando que le atacaría.
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Zeus se portó dócil, se le acercó a la muchacha y comío de lo que le ofrecía, le lamió las manos, ansioso de poder hacer lo mismo en el resto de su hermoso cuerpo, inocente, ella no se percató de nada, no sabiendo que, en realidad, no era un toro común y corriente, sino el máximo dios olímpico, la muchacha se le subió al lomo al toro y este se paró un anduvo unos metros.
Se acercó a la playa y se echó al mar, el toro nadó y nadó hasta que se perdió la playa, Europa no se soltaba del lomo del animal, cuando se dio cuenta, el toro ya lo había llevado a la Isla de Creta, en donde el dios cobró su forma original y violó a la muchacha, quien, se convirtió en la reina de la isla.
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